Victor ‘Chino’ Rivera: “No tendría miedo de asumir la selección”

Al ex entrenador de la Universidad San Martín le agrada la idea de llegar a dirigir a la blanquirroja, porque asegura que es el sueño de toda su vida.


Desde que salió del colegio su única idea era llegar a ser entrenador de fútbol. Su padre tenía un equipo en la liga de San Borja y fue donde la nació los deseos de entrenar. Empezó estudiando Educación Física en San Marcos cuando un amigo le avisa que se había abierto un curso de entrenadores en el Estadio Nacional. “Fue el día más feliz de mi vida”. Su carrera desde entonces fue en ascenso. Desde el Cantolao, hasta el Muni, pasando por menores en Alianza Lima, Rivera hizo toda la tarea completa para llegar a entrenar en primera. Con su salida de la San Martín donde fue bicampeón, hay voces que lo proponen como entrenador de la selección mayor.
“No me gusta hablar de supuestos, pero si me toca no tendría miedo. Asumiría el reto porque es el sueño que siempre tuve como entrenador”.
Pero le preguntamos sobre el problema recurrente de los que pasaron por la selección: la falta de manejo de grupo.
“Tal vez eso sucede con los entrenadores que han sido jugadores, pero a mi todos me conocen como técnico. Claro el jugador de primera es renuente, difícil. Pero material hay. También es habilidoso, ha mejorado en al parte táctica. Lo que hay que trabajar es la parte mental”.

Sus días de santo
El “Chino” llegó a la San Martín como técnico de menores. Luego de la salida de Mario Flores, tuvo su oportunidad en primera, donde de 39 puntos consiguió 24. Luego le volvió a tocar cuando salía Rafo Castillo y llegaba Pizzi. Cuando el argentino fue despedido en el 2006 ya no buscarían más. La solución estaba dentro del club.”Se dieron cuenta que podía dirigir en primera”. Y no fue fácil, la hinchada del equipo santo no pasa las 100 personas. “yo siempre jugué como visitante, nunca me pude sentir local, por el tema de las barras”.


Dos no es casualidad
Las cualidades del Víctor Rivera dejaron de ser un mito cuando su equipo, la Universidad San Martín, salió campeón del Torneo Descentralizado por segunda vez consecutiva en el año 2008.
En el año 2007 hicieron “una gran campaña” según palabras del propio entrenador, y se demostró en el papel.
Rivera nos revela lo que tal vez es el secreto de su éxito.
“Soy un técnico motivador. Me involucro mucho con mis jugadores y tal vez eso es malo. Debería ser una relación netamente profesional. Pero mi objetivo es hacer lo posible para que el jugador se sienta bien y entregue todo dentro del campo”.
Se considera detallista con el trabajo desempañado con los santos. “lo importante es que se hizo un buen trabajo en menores, Ahora se puede decir que existe una metodología de trabajo. Otro de los resultados es que según el ránking Fifa, el club quedó como el primero del país”.

Barco a la deriva
Nadie entendió nada cuando Víctor Rivera dejó de ser el timonel de la San Martín. En menos de una semana llegó el uruguayo Gustavo Matosas para cubrir el puesto, lo que hace presumir que su salida estaba cantada. El “Chino” la dejó picando.

-Cuando empecé a ver cosas extrañas, por una cuestión de orgullo, preferí irme. Fue más por una cuestión moral.
- ¿Cuáles fueron esas cosas extrañas?
- Lo que te puedo decir es que hubo frialdad a la hora del trato. Yo hice ganar a la San Martín dos veces, y siento que me merecía una mejor jerarquía.
- ¿Le dolió la manera de salir?
- Sí.

¿Ingratitud de la dirigencia o problemas sin resolver acumulados? El técnico hace referencia a ciertas indisciplinas que hubo en el plantel. “Yo sé detectar a los jugadores que no están concentrados. Hay chicos que son negativos y a los inseguros los jalan para su lado”.

Borrón y cuenta nueva
Ahora el objetivo de Rivera es seguir preparándose. “Voy a ir a Europa a seguir unos cursos de técnico, ya me he contactado con algunos amigos que me han dado las facilidades”. Y sobre su futuro dice que está preparado para afrontar cualquier equipo grande. “ El próximo año me veo dirigiendo primera aquí o en el extranjero si Dios quiere, y tratar de emular lo que logramos con la San Martín”.

El “Chino” es un tipo sencillo, y también se le nota bastante apasionado con lo que hace. Es un ganador, y lo demuestra en cada palabra, pero no se le sube a la cabeza.